Para adquirir y recordar con éxito la información, su cuerpo y su entorno deben estar en las condiciones adecuadas. Aún si estudias una de las tantas licenciaturas ejecutivas, he aquí algunas buenas prácticas para estudiar:

Dormir bien por la noche para estudiar bien

Según un nuevo estudio, las calificaciones de los alumnos y la cantidad de horas que duermen están positivamente correlacionadas. Sin embargo, esto va más allá de dormir ocho horas completas antes de un examen importante. Antes de realizar la mayor parte de tus investigaciones, es aún más importante dormir lo suficiente durante algunas noches.

Cambia tu espacio de estudio

Aunque no parezca una buena técnica de estudio, los estudios han demostrado que alterar el entorno de estudio puede mejorar el recuerdo. Prueba ir a una nueva cafetería o a la biblioteca una vez a la semana en lugar de estudiar en casa todos los días. Tu memoria y tu concentración pueden aumentar con un cambio de escenario.

Mantén un entorno productivo al estudiar

Cuando el tiempo es esencial, tiene sentido mantener tu entorno de estudio preferido, ya sea la oficina de tu casa o una cafetería donde puedas ser productivo constantemente.

Poner música relajante cuando vayas a estudiar

Puedes escuchar la música que quieras mientras estudias, pero mucha gente cree que los ritmos clásicos, instrumentales y de baja fidelidad son los mejores tipos de música para poner de fondo porque pueden ayudarte a concentrarte en tu trabajo. La música basada en letras puede ser molesta.

Aleja las distracciones

Acaba con las distracciones apagando la televisión o la radio y el molesto ruido de fondo de tu teléfono. Haz un trato contigo mismo de que no revisarás las redes sociales hasta después de tu sesión de estudio.

Come un tentempié inteligentemente

El café y los dulces te darán un breve subidón, seguido de un colapso de azúcar en sangre. Prueba con tentempiés saludables como almendras (u otras semillas), las manzanas o los frutos secos para obtener una energía más sostenida y concentrada.

No olvides leer: Los psiquiatras vs. Psicólogos clínicos